Y aquí estoy de nuevo, con otro blog que acabará sentenciado al olvido como tantos otros. Sí, lo sé, reboso optimismo.
Han pasado años desde la última vez que utilicé Blogspot y, por ende, cualquier otra herramienta para bloggers . Tanto es así que me cuesta creer como era todo la última vez que escribí unas líneas en este cuadro de texto.
Entre otras cosas, por aquel entonces pocos eran los usuarios de Facebook, y Tuenti ni siquiera existía.
Sí, han pasado muchas más cosas y más importantes, pero quería aprovechar esta enajeción pasajera ( o eso espero ) para decir que las redes sociales me enferman. En general, todo lo que incluya la palabra social me provoca náuseas. Y es un problema, pero más que afrontarlo lo asumo.
Prácticamente ya doy por hecho que el único lector voy a ser yo. Eso sí, dentro de unos años para rememorar viejos tiempos. Si es que soy un romántico.
Así que esto pasará a ser más bien un diario en el que más que razonar, rozaré la demencia sin ningún tipo de reparo.
Y aquí acaba este pequeño post introductorio, próximamente más. O no.
